El término “inteligencia de código abierto” tiene dos significados. En el contexto de las operaciones tradicionales de inteligencia (servicios secretos gubernamentales y privados) se refiere a la información que puede extraerse de fuentes públicas, incluyendo los periódicos, los sitios Web y los libros. Esto contrasta con la información recogida a través del espionaje, la vigilancia o los informantes, que no está disponible fuera de la organización de inteligencia. Un código abierto, en este contexto, es cualquier recurso de información al que puede acceder el público. Recientemente, el término también se ha empleado para hacer referencia a una práctica de creación colaborativa del conocimiento inspirada en el movimiento Free and Open Source Software (software libre y de código abierto, FOSS). El término fue utilizado por primera vez con este sentido en un artículo publicado en el diario en línea First Monday, en el año 2002 [1]. Es esta segunda acepción que utilizaremos en este artículo.

Definición y contexto

Durante las dos últimas décadas, el movimiento de software libre y de código abierto ha establecido un proceso colaborativo de creación capaz de producir información de alta calidad (por ejemplo, el sistema operativo Linux). No obstante, este proceso está más vinculado a la creación del conocimiento científico que a la producción de bienes comerciales. Descansa en algunos principios generales: acceso sin restricción a la información creada por la comunidad; evaluación por pares de las contribuciones realizadas por los miembros de la comunidad; dirección basada en la autoridad y no en la sanción, y niveles flexibles de participación y responsabilidad.

En la práctica, esto significa lo siguiente: todos tienen acceso a toda la información creada como parte del proyecto colaborativo. Nadie puede eliminar información del fondo común. Las licencias Copyleft, como la Licencia Pública General GNU, proporcionan protecciones legales [2]. Los miembros de la comunidad deciden, de manera colaborativa, cuáles contribuciones son lo suficientemente válidas como para ser introducidas en el fondo común de conocimientos y cuáles no serán aceptadas. Este proceso de evaluación por pares es importante para asegurar un elevado nivel de calidad del recurso común. Los proyectos de código abierto no son caóticos. La mayoría de ellos son dirigidos por una o más personas que se han ganado la confianza de la comunidad durante el ciclo de vida del proyecto. Por lo general, estas personas son los árbitros supremos en caso de conflicto. Su dirección se basa en la autoridad que les ha atribuido la comunidad y no en su habilidad de aplicar sanciones contra cualquiera. Todo el proceso se basa en contribuciones voluntarias; por consiguiente, la tarea más importante del líder del proyecto es mantener a la comunidad feliz y motivada. Por último, los niveles flexibles de participación permiten que prácticamente cualquiera pueda participar en un proyecto, ya sea con pequeñas contribuciones, de una sola vez, o con una participación más grande, a largo plazo, en dependencia del interés, las calificaciones y los recursos.

Estos principios, aun cuando se emplearon por primera vez en el desarrollo de software a través de Internet, en estos momentos se están aplicando en la creación de otras formas de conocimiento, una práctica llamada “inteligencia de código abierto” o “inteligencia cooperativa”.

Historia y práctica

La creación colaborativa del conocimiento en Internet es tan vieja como la propia Internet. Durante mucho tiempo, la distribución libre de información ha sido un aspecto central de la cultura de Internet (“la información quiere ser libre” era un eslogan popular). Los ¬ambientes colaborativos simples, como las listas de correo electrónico, existen desde principios de los años 70, y los sistemas ligeramente más avanzados tales como Usenet y los tableros electrónicos de anuncios (BBS), desde principios de los 80. Sin embargo, con la comercialización de Internet en los años noventa y el éxito del software libre y de código abierto, se reconoce que la creación colaborativa del conocimiento es una práctica particular e innovadora cuyo éxito exige un marco social, técnico y legal diferente. Desde el punto de vista social, requiere que los participantes reconozcan los méritos de la colaboración y tengan la voluntad no solo de compartir sus propios conocimientos, sino también de aceptar que esas otras personas puedan transformar ese conocimiento de maneras inesperadas. En lugar de una separación clara entre el autor y el público, entre el experto y el novato, tenemos una situación en la cual todos tienen derecho a leer y escribir. Desde el punto de vista técnico, las plataformas especializadas apoyan este proceso para facilitar que las personas desarrollen las contribuciones de otras personas y asegurar la transparencia de la forma en que un recurso ha sido transformado. Desde el punto de vista legal, la concepción tradicional de copyright, que concede al autor un control casi ilimitado sobre el uso de sus obras, está siendo reemplazada por copyleft, que se basa en los derechos casi ilimitados de distribuir y adaptar las obras.

Quizás, el ejemplo más prominente de proyecto de nteligencia cooperativa es la enciclopedia libre en línea Wikipedia [3]. Técnicamente, se basa en una plataforma Wiki, que permite que todo el que posea un navegador normal de Internet pueda editar la página. El software conserva una historia de las modificaciones de una página, lo que facilita ver cómo ha evolucionado el contenido con el tiempo y, si fuera necesario, eliminar las modificaciones no calificadas o el vandalismo. Fundada a principios del año 2001, ha aumentado a más de 450 000 artículos para finales del año 2004; todos ellos escritos por voluntarios, sin una edición o coordinación centralizada. Se publica con una licencia de documentación libre GNU. Muchos de estos artículos pueden alcanzar el nivel de calidad encontrado en las enciclopedias comerciales, aunque otros aún están por debajo de la norma. Como demostrara un reciente estudio realizado por la IBM [4], el proyecto - a pesar de su apertura - es sorprendentemente estable y resistente al uso indebido. Hasta el momento, su historia justifica el optimismo de que los artículos mejorarán con el tiempo, a medida que personas conocedoras rellenen las lagunas que todavía existen y la edición colaborativa elimine los errores aún presentes. En una ocasión, Eric S. Raymond, destacado analista del movimiento de software libre y de código abierto, expresó la asunción subyacente de la siguiente manera: “Con suficientes ojos, todos los errores saldrán a la superficie.” [5] Con esto quiso decir que personas con diferentes habilidades y dominios del conocimiento encontrarán diferentes errores, que les resulten fáciles de señalar y corregir. Lo que para una persona resulta un problema difícil, podría ser sencillo para otra. Si hay suficientes personas que examinen la página, todos los errores serán encontrados y eliminados. Como ocurre con todos los proyectos colaborativos, Wikipedia es un proyecto vivo, en constante cambio, y no un producto fijo cuyas actualizaciones son puestas a disposición del público cada cierto tiempo.

Otro ejemplo prominente incluye la red Indymedia de noticias alternativas dirigidas a la comunidad [5], el sitio de edición colaborativa kuro5hin [6], y, en menor grado, las bases de datos creadas por los usuarios, como la CDDB, que contiene información sobre archivos de sonido [7].

Potencial

Parece que la inteligencia cooperativa funciona mejor para dominios en los que el conocimiento es distribuido de manera amplia pero irregular. Existen decenas de miles de personas que poseen algún conocimiento especializado para mejorar Wikipedia, pero todas reconocen que dependen fundamentalmente de las demás si desean que el recurso sea exhaustivo. Nadie podría escribirlo solo.
En las áreas en que no existe una autoridad establecida, sea porque el área es demasiado dinámica, sea porque el conocimiento es demasiado específico de una comunidad o un proyecto, a menudo no existe otra vía que la creación del conocimiento de forma colaborativa. Los ejemplos de inteligencia cooperativa pueden ayudar a organizar este proceso de manera eficiente.

Aspectos fundamentales

El problema central de la inteligencia cooperativa es cómo validar el conocimiento producido. En el caso del software libre y de código abierto, esto es relativamente simple, porque siempre se puede ejecutar el código y observar qué sucede. Si la nueva versión es más rápida que la antigua o puede hacer cosas nuevas, entonces ha sido mejorada. Si falla, entonces es necesario mejorarla. En el caso de una enciclopedia (o un periódico) tradicional, cada artículo es revisado antes de su publicación por un equipo de editores especializados, apoyado por un grupo de verificadores de datos, archiveros, etcétera. Sabemos (o al menos suponemos) que toda la información que vemos ha pasado por este proceso. Por tanto, los especialistas validan por nosotros la información y confiamos en que el editor ha empleado a las personas correctas.

Por otro lado, la mayoría de los proyectos de inteligencia cooperativa permite que todos contribuyan y la información esté accesible de inmediato. En otros términos, por lo general no sabemos si algo no es más que un primer borrador o la sabiduría colectiva de una comunidad. Además, un proceso editorial abierto puede orientar el contenido hacia una sabiduría convencional, o sea la opinión aceptada por la mayoría que, en cualquier comunidad, puede estar equivocada en ciertos aspectos [8]. Por consiguiente, un gran número de “ojos” podría aumentar, en lugar de eliminar, un error. No existe un método sencillo, como ejecutar el código, mediante el cual se pueda evaluar la calidad del trabajo colaborativo.

En la actualidad, existe un gran debate sobre cómo tratar estos proyectos. Algunos proponen reintroducir una distinción entre los expertos y los novatos [9], mientras otros, como la plataforma de discusión Slashdot [10], han desarrollado un esquema moderador que clasifica las contribuciones y luego permite filtrarlas sobre la base de esa clasificación. El problema no es sencillo, y no existe una solución aplicable a todos los casos. Más bien, es probable que diferentes contextos desarrollen soluciones diferentes, en dependencia de sus necesidades y capacidades particulares.

Con el surgimiento de los blogs (weblogs, software que permite hacer publicaciones personales en forma de diario) se han acuñado términos como “periodismo de código abierto”, “periodismo ciudadano” o “periodismo punto a punto” para describir procesos colaborativos similares en el área de la creación y discusión de informes noticiosos. Su abogado más prominente es el periodista de blogs Dan Gillmor, quien recientemente ha publicado un libro sobre este fenómeno, llamado We the Media [11].

16 de enero de 2006

couverture du livre enjeux de mots Este texto es un extracto del libro Palabras en Juego: Enfoques Multiculturales sobre las Sociedades de la Información. Este libro, coordinado por Alain Ambrosi, Valérie Peugeot y Daniel Pimienta, fue publicado el 5 de noviembre de 2005 por C & F Éditions.

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