En política, como en todas partes, las palabras nunca son neutras: portadoras de sentido, a veces de contrasentido, las palabras son el vehículo de la historia de la sociedad que las ha producido y de las representaciones del mundo de aquellos que las utilizan. Estas representaciones son diversas, contradictorias, hasta se podría decir conflictivas, según los actores que las formulan, los intereses y las lógicas sociales que reflejan.
Sin embargo, estas palabras son utilizadas a menudo borrando esas contradicciones, de manera presuntamente consensuada y apolítica. En realidad, cada uno tiene su definición, esperando consciente o inconscientemente que al fin su “representación del mundo” se impondrá cuando las palabras que él utiliza estén en boca de todos. Al final, el poder de los grupos dominantes resulta reforzado y el statu quo conservador sobre las cuestiones reales es mantenido.
En un contexto de mundialización acelerada, las palabras son más que nunca posturas ideológicas, ocasiones de enfrentamiento político, de donde los ciudadanos son excluidos. Términos como “gobernabilidad”, “desarrollo” constituyen dos ejemplos entre tantos otros. Incorporados en el vocabulario corriente de numerosas instituciones nacionales e internacionales, los supuestos ideológicos de los cuales son portadores son olvidados la mayor parte del tiempo y en consecuencia viven en nuestro imaginario y nuestro vocabulario colectivo como si fueran “neutros”. Es lo que denuncian simultáneamente otros numerosos actores (países del Sur, movimientos sociales y cívicos).
Estos últimos se han propuesto, desde mediados de los años 90, elaborar una visión alternativa, un contra - dictamen ciudadano, alrededor de los temas más complejos y/o más opacos de nuestras sociedades, desde las finanzas internacionales hasta las biotecnologías, pasando por las cuestiones de salud pública. Las definiciones de las palabras y los conceptos que se encuentran en los documentos de las negociaciones internacionales o en los planes de acción nacionales, conllevan una dimensión eminentemente política. Parece entonces primordial que una reflexión ciudadana intente influir a su nivel elaborando otra visión. El poder de nombrar es la apertura a una participación ciudadana en el espacio de acción política.
Las palabras no pueden escapar a los contextos lingüísticos y culturales en los que se insertan. Si bien es ilusorio confiar en simples traducciones para tratar textos fundamentales (muy a menudo redactados en inglés en su versión original), es importante discernir las diferencias sutiles de significado según los idiomas (hasta la ausencia de equivalente como en el caso de “conocimiento” y “saber”, que son traducidos por una sola palabra en inglés: knowledge). Para idiomas como el francés o el español, que son hablados en importantes espacios geográficos, es útil tomar conciencia de que los sentidos pueden variar en el interior de esos mismos espacios, por ejemplo, entre el Norte y el Sur (¿acaso “red ciudadana” tiene el mismo sentido en París que en Tombuctú?).
La nueva era de la información en la cual hemos entrado es confrontada con estas cuestiones: como se encuentra en plena construcción, los actores que se involucran en su despliegue están forjando el vocabulario y por ese lado, delimitando los contornos en el espacio de las representaciones colectivas.
Así pues, la primera fase de la CMSI (Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información) de Ginebra ha mostrado efectivamente hasta qué punto ciertos términos estaban cargados de controversias, sin que por lo mismo llegáramos a crear un espacio para descifrar y debatir alrededor de las palabras más conflictivas, empezando por el mismo término de “sociedad de la información”. En este contexto particular de las tecnologías de la información y de la comunicación, donde la mayoría de los conceptos emergieron desde abajo, a través de los usos, un enfoque puramente académico sería igualmente un riesgo enorme de pasar por alto la esencia participativa. Esta constituye en sí misma una cultura propia de un campo que preconiza la emergencia de un nuevo paradigma y que se reconoce y se caracteriza por la cantidad de neologismos que son utilizados.
A la luz de esta constatación y en previsión de la segunda fase de la CMSI, el “Carrefour Mondial de l’Internet Citoyen” (Montreal), reunido con otras dos asociaciones, Vecam (París), y Funredes (Santo Domingo), propuso un trabajo de análisis contradictorio e intercultural. Este proyecto viene a prolongar varios años de trabajo en común de estas tres asociaciones, especialmente en el marco de la GCNP (Global Community Networks Partnership), que permitieron confirmar la proximidad de sus compromisos.
En esta perspectiva, el proyecto “Desafíos de palabras en la sociedad de la información” vio la luz: varios autores, preseleccionados por su capacidad para cruzar la visión universitaria y la visión de la práctica, fueron contactados para aclarar conceptos clave de la sociedad de la información. El criterio de su diversidad de origen cultural fue tomado en consideración para establecer la selección final de 27 autores.
El pedido efectuado a estos autores incluía una guía de redacción para tratar la historia del concepto, la diversidad de definiciones posibles, así como una visión crítica sobre la diversidad formal empleada corrientemente en las negociaciones internacionales.
El objetivo de “desafíos de palabras” es triple. Se trata de :

- Llevar a la plaza pública controversias frecuentemente desconocidas o subestimadas en cuanto a su alcance político.

- Ayudar a los movimientos sociales y ciudadanos a apropiarse de los términos de un debate y a forjar un vocabulario que sea el reflejo de sus prácticas, así como de su propio imaginario político y no el de las instituciones internacionales.

- Al hacer todo esto, contribuir a su fortalecimiento y a su capacidad de construcción de una alternativa política.
El proceso se desarrolló en 4 fases:

- escritura de los textos por los autores,

- entrega de los textos traducidos en los tres idiomas complementarios a los otros autores a través de un sitio web y de una lista de discusiones destinadas al trabajo de la comunidad de autores,

- integración por cada autor de las sugerencias emanadas de los otros miembros de la comunidad y del comité editorial,

- edición de una nueva versión final cuadrilingüe.
El proceso de contribución iterativa en 4 idiomas, se reveló, sin grandes sorpresas, laborioso pero indispensable.
El resultado de este trabajo es difundido a través de un libro cuadrilingüe que es presentado públicamente en Túnez en el trascurso de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información.
Los promotores del proyecto no quieren detenerse en un “producto”, por más logrado que sea, sino más bien proseguir un proceso continuo de reflexión y de debates en el espíritu de una inteligencia cooperativa que aceptaría el desafío del multilingüismo. Por eso está previsto que los textos de esta obra sean colocados en portales cooperativos multilingües y animados en diferentes regiones del mundo. Los sitios son lecarrefour.org, vecam.org, funredes.org y deseamos que otros sitios puedan retomar y multiplicar esta colaboración.
Este proyecto es una iniciativa del “Carrefour mondial de l’Internet citoyen”, en partenariado con Vecam y Funredes. La Unión Latina ha coordinado las traducciones. C&F Éditions se ocupa de la edición del libro y ha aceptado publicar documentos que están sometidos al régimen jurídico des las licencias Creative Commons (by, nc). Esto significa que los artículos pueden ser reproducidos por cualquier persona, a condición de respetar la referencia al autor y a la fuente y de hacer un uso exclusivamente no comercial.
El proyecto recibió el apoyo financiero de la AIF (Agence Intergouvernementale de la Francophonie) y del CRDI (Centre de recherche pour le Développement), la traducción, un apoyo del Ministerio de Cultura francés y el conjunto fue beneficiado con el trabajo voluntario de varios de sus artesanos.

Carrefour mondial de l’Internet citoyen
El “Carrefour mondial de l’Internet citoyen” (Encrucijada mundial del Internet ciudadano), con base en Montreal, es un organismo de Québec comprometido en la promoción y la defensa de los derechos de la comunicación. Agrupa y se dirige a los miembros de redes ciudadanas, organismos, instituciones e individuos involucrados en la utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación con fines ciudadanos, privilegiando al mismo tiempo la pluralidad y la diversidad cultural.
http://lecarrefour.org
Contacto: Alain Ambrosi, ambrosia @web.ca

Vecam
“Vecam” es una asociación francesa con base en París, que trabaja desde 1995 en torno a tres objetivos: contribuir, mediante un trabajo de vigilancia, a la reflexión sobre los impactos sociales de las tecnologías de la información; alentar a los organismos sin fines de lucro a movilizar las TIC al servicio de sus proyectos, particularmente en proyectos de cooperación internacional; movilizar para la construcción de una visión política de la sociedad de la información.
http://www.vecam.org
Contacto: Frédéric Sultan, fsultan@vecam.org y Valérie Peugeot, vpeugeot@vecam.org

Funredes
“Funredes” es una Organización No Gubernamental Internacional, con base en República Dominicana, que se dedica a la difusión de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC) en los países en vías de desarrollo, especialmente en América Latina y el Caribe. Su objetivo: contribuir al desarrollo y a la integración regional en colaboración con las Organizaciones Internacionales, las ONG, los Estados, las Admi¬nistraciones y las Instituciones públicas o privadas interesadas.
http://funredes.org
Contacto: Daniel Pimienta, pimienta@funredes.org

7 de noviembre de 2005

couverture du livre enjeux de mots Este texto es un extracto del libro Palabras en Juego: Enfoques Multiculturales sobre las Sociedades de la Información. Este libro, coordinado por Alain Ambrosi, Valérie Peugeot y Daniel Pimienta, fue publicado el 5 de noviembre de 2005 por C & F Éditions.

El texto es publicado bajo licencia Creative Commons Atribución, su uso comercial no está autorizado.

El conocimiento debe ser ofrecido en libre acceso... No obstante, los autores y editores necesitan un ingreso para continuar con su trabajo. Si usted tuviera la posibilidad, no dude en hacer su pedido en línea (€ 39).